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Cada año se roban en España unos 300.000 móviles, que o bien terminan desmontados y vendidos por piezas, o bien son reacondicionados para su recolocación en el mercado. Solo en 2018, por ejemplo, el 15% de los usuarios afirmó haber sido víctima de una usurpación así.
Para combatir esta lacra, muchas personas apuestan por incrementar las precauciones, y unas pocas (menos de un cuarto del total de usuarios) acuden a los seguros especializados en smartphones.
Ahora bien, dejando de lado el pago de determinadas garantías, o la paranoia constante que sufren aquellos afectados por la nomofobia (miedo a perder el teléfono), existen alternativas sencillas para reducir o eliminar los daños provocados por un robo.
Hoy en Llamaya hacemos repaso a una cuestión que se suele dejar de lado y que puede provocar más de un quebradero de cabeza y se padece habiendo ignorado las recomendaciones y los consejos.
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Se suele recomendar tenerlos controlados y minimizados lo máximo posible, pero en caso de robo lo cierto es que los permisos de ubicación pueden terminar siendo la salvación para el usuario.
Con la localización activada en el teléfono no conseguirás que el terminal envíe una señal de alerta a las autoridades, pero sí que vaya dejando un rastro a seguir a través de determinadas aplicaciones, para que puedas encontrar al ladrón.
De hecho, la mayoría de soluciones para recuperar el móvil robado pasan por las funciones GPS del dispositivo. Y esto es válido tanto en Android como en iOS. Basta con escribir “localización” en la barra de búsqueda para acceder a dichos ajustes.
En Android, al llegar a los ajustes, lo que hay que procurar es tener activada tanto la localización como el historial de ubicaciones de Google.
Tras ello, desde Google Maps y su apartado Cronología, podrás ver delimitando días y horas, el itinerario que ha recorrido tu teléfono en caso de que este no haya sido apagado.
Lo más interesante de esta opción es que gracias a la sincronización de los servicios de Google, podrás obtener la información que buscas desde cualquier ordenador. Solo necesitas loguearte con tu cuenta.
El Sistema Operativo de Apple ofrece tres opciones que hay que tener siempre en funcionamiento en caso de robo: los servicios de localización, las alertas y Compartir mi ubicación.
Para activar lo primero solo es necesario marcar una casilla, para lo segundo lo mismo, accediendo a un submenú, y para lo tercero hay que atender tanto a la app Buscar mi dispositivo como a la propia acción de Compartir mi ubicación.
Simplemente por mantener vigilados estos ajustes ya estaremos eliminando gran parte del problema en un caso de robo. Siempre y cuando, claro, el dispositivo no sea despiezado nada más producirse el extravío.
Los desarrolladores de Google son conscientes de que no basta con la configuración del teléfono para paliar los efectos de un robo. Por eso ofrecen una app nativa que permite obtener datos concisos sobre la ubicación del terminal.
En el caso de Android no es otra que “Encontrar mi dispositivo”. Para activarlo olvídate de descargar nada de la Play Store o de buscar en Internet páginas de dudosa credibilidad. El móvil ya viene con ella incorporada.
Accede a “Seguridad” en los Ajustes y selecciona “Encontrar mi dispositivo”. Una vez dentro, asegúrate de marcar la casilla situada en la parte superior derecha de la pantalla. El móvil ya estará listo para ser detectado, aunque no con todas las garantías.
Esto se debe a que la app no tiene permiso para hacer cambios en el sistema. Las últimas versiones de Android tienen la capacidad de abrir automáticamente determinadas puertas, pero siempre es recomendable hacerlo manualmente.
Entra en “Administradores de dispositivos”, desde “Aplicaciones” o desde “Seguridad”, y vuelve a escoger “Encontrar mi dispositivo”. Activándolo por este camino, estarás dando permiso para que borre datos, cambie la contraseña, deshabilite el teclado o incluso bloquee la pantalla.
Antes de olvidarte de este problema y desear que no te roben el móvil, es interesante que hagas una pequeña prueba para comprobar que todo está en orden.
Para ello puedes, o bien acceder a la web oficial de la aplicación, o utilizarla desde otro teléfono, o escribir en la barra de búsquedas de Google “dónde está mi teléfono”. Si estás conectado a tu cuenta con el navegador, la sincronización será automática.
Verás una suerte de interfaz con un mapa y el modelo de tu móvil en una columna situada en la parte derecha de la pantalla. Entre las opciones disponibles, además de localizar el teléfono, serás capaz de borrar los datos o bloquearlo, para dejarlo inservible en manos del ladrón.
Puede incluso que lo hayas perdido tú mismo y que tengas una idea aproximada de dónde está. No te preocupes, “Encontrar mi dispositivo” también hará sonar tu dispositivo durante 5 minutos.
Aunque con tu iPhone también podrás acceder a los servicios de Google, la propia Apple ofrece una posibilidad similar de sincronización con iCloud. El único requisito para que funcione es activar todo lo correspondiente de los Ajustes.
Si ya lo tienes listo, puedes acceder o a la app Buscar mi dispositivo desde otro móvil, o al apartado Find de la web dedicada a iCloud. En cualquier caso necesitarás introducir tu ID de Apple. ¿No lo recuerdas? La compañía ofrece un sencillo método de recuperación.
Una vez dentro podrás localizar el móvil seleccionando “Buscar iPhone”, y a continuación hacer que suene para encontrarlo guiándote con la ayuda de la app Mapas.
Otra opción es escoger la función “Marcar como perdido”. De esta forma el dispositivo se bloqueará de forma remota con un código, y podrás mostrar un mensaje personalizado en la pantalla de bloqueo.
iOS suspenderá automáticamente las tarjetas de crédito, débito o prepago que tengas asociadas a Apple Pay, para que el ladrón no pueda hacer uso de ellas con el teléfono en modo Perdido.
¿Das completamente por perdido a tu iPhone? “Buscar mi dispositivo” te permite borrar todo el contenido del dispositivo a distancia. Eso sí, ten en cuenta que ya no podrás encontrarlo ni recuperarlo, pero evitarás que lo utilicen de cualquier forma.
Desde la web de Apple se recomiendan otros consejos paralelos para proteger la información del dispositivo al margen de la geolocalización:
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