A medida que crecen los datos aumenta la preocupación de los usuarios por su privacidad. De acuerdo con un estudio de ESET, de hecho, el 67% de estos deciden qué apps utilizan en función de las políticas de cada empresa.
Por eso, a casi nadie le sorprendió la respuesta de miles de personas al movimiento que Facebook realizó el pasado 6 de enero. En un mensaje, la compañía de Mark Zuckerberg anunciaba un cambio importante para WhatsApp.
La famosa app de mensajería pasaría a compartir datos personales con las propias empresas asociadas a Facebook: número de teléfono, transacciones, dirección IP, modelo de dispositivo. Todo pasaría a formar parte del gigante tecnológico.
Esta decisión, que entraría en vigor a partir de febrero, generó una gran protesta entre los usuarios, que terminó forzando a la multinacional a retrasarla hasta mayo. Mientras tanto, muchos han comenzado a dar el salto a la nueva gran alternativa de WhatsApp: Signal.
Por todo ello hoy en Llamaya tratamos de explicar qué ofrece y cómo funciona este software, y si realmente merece la pena abandonar la comunidad global de la app de mensajería para garantizar la privacidad de los datos.
También te puede interesar: ”WhatsApp o Telegram: cuál es mejor app”
Aunque el alarmismo ha terminado inundando la polémica, lo cierto es que Facebook no pretende espiar a sus usuarios con la nueva política de privacidad, no al menos como muchas personas han llegado a creer.
De acuerdo con información de la compañía, solo se compartirán datos relacionados con la cuenta de usuario y el uso que se haga de ella. Fuera queda tanto el contenido de cada conversación, como los datos financieros que puedan encontrarse asociados.
Facebook se reserva un espacio llamado “información que recopilamos” en la que no se detalla con exactitud el contenido que sustraerá para beneficios propios, pero lo previo se mantendrá asegurado gracias al cifrado de extremo a extremo.
Es importante también tener en cuenta que la nueva política solo afectará a los usuarios que no residan dentro de la Unión Europea. Y es que, aquí el Reglamento General de Protección de Datos impide a WhatsApp compartir información privada con empresas.
¿Por qué entonces muchos han decidido pasarse a Signal? Las formas de la compañía a la hora de comunicar su decisión no fueron precisamente las más cordiales. De hecho, ni siquiera ofrecían una alternativa blanda para aquellos que no quisieran aceptar los nuevos términos.
“Puedes ir al Help Center si prefieres eliminar tu cuenta”, apuntaban en el comunicado. Frente a esta presión, miles de personas han querido ejercer su libertad para proteger su privacidad de forma totalmente personal.
La elección no es gratuita. Tras la publicación el tuit en el que WhatsApp anunciaba el cambio en la política de privacidad, se sucedieron otros dos de Elon Musk y de Edward Snowden. El primero, instando a que los usuarios saltaran a Signal, y el segundo matizando a qué se refería el empresario.
La publicación de la influyente figura pública provocó un efecto en cadena del que salieron beneficiados los desarrolladores de esta app y los responsables de Telegram; el enemigo antagónico de WhatsApp.
De acuerdo con datos de Sensor Tower, durante la primera semana del año Signal aumentó sus usuarios en aproximadamente un 4.200% (7,5 millones de descargas). Telegram, por su parte, sumó otros 25 millones de usuarios, cerrando su base total en 500 millones.
La demanda fue tal, que la empresa detrás de Signal tuvo que cortar temporalmente el envío de códigos de autenticación. Ahora, con ellos ya reestablecidos, han decidido aumentar el límite de llamadas de 5 a 8 personas, y aumentar su ritmo de actualizaciones.
En la práctica Signal no deja de ser una app de mensajería más, con las mismas funciones y posibilidades que ya vienen ofreciendo WhatsApp y Telegram. La principal y más importante diferencia de la app radica en su apartado de privacidad.
Gracias a la App Store, es posible conocer con los tags asociados a la ficha de cada aplicación, cuáles son los datos que comparten estos softwares en términos de seguridad. Y es ahí donde la nueva aplicación sale ganando.
Efectivamente, la app de moda a principios de 2021 solo obtiene del usuario su número de teléfono. Eso sí, la privacidad que ofrece Signal tiene un coste directo sobre la flexibilidad y las posibilidades de funcionamiento.
Y es que, si bien el usuario evita tener que aceptar los términos —y los intereses—de una gran multinacional como Facebook, también queda fuera de una comunidad con millones de usuarios, y de una respuesta a incidencias prácticamente insuperable.
Con Signal, por ejemplo, podrás redirigir las llamadas de voz a través de sus servidores, para proteger la privacidad de tu IP, pero perderás la capacidad de hablar con tu amigo o tu familiar si este no tiene descargada también la app.
En lo que se refiere a funcionalidades y ajustes, Signal no tiene nada que envidiar a WhatsApp y Telegram. De hecho, permite hacer prácticamente las mismas operaciones que la competencia: conversaciones, notas de audio, imágenes, grupos, mensajes temporales. Todo.
La atracción desmesurada de las últimas semanas ha empujado a los desarrolladores de la app a incluir muchas configuraciones y opciones de personalización que previamente no estaban presentes en el servicio.
Así, con su versión 5.3.1, Signal ya cuenta también con:
En los próximos meses se espera que los desarrolladores sigan perfilando el producto, y que solucionen una de las mayores pegas actuales: el trasvase de chats desde otras apps de mensajería.
Así, la decisión de pasar o no a Signal dependerá del coste de oportunidad que se quiera asumir: o privacidad o funcionalidades. WhatsApp por el momento ha dado más de tres meses de tregua, pero la nueva política terminará entrando en vigor de forma irremediable.
Para descargarte las mejores apps necesitarás una buena conexión. Por eso, en Llamaya te ofrecemos la mejor con tarifas increíbles para que estés conectado en todo momento. No te lo pienses más y visita la página web de tarifas móvil ¡cámbiate a la mejor compañía!