Ordenadores
7 consejos para navegar por Internet de forma segura
La red está repleta de peligros que se pueden combatir protegiendo al router, el explorador y hasta los ajustes del SO del móvil empleado
Aunque es uno de los protagonistas de la era digital, no siempre se entienden los anglicismos que lo rodean. El WiFi es sencillo de entender, pero complicado de dominar a nivel técnico.
Tanto los fabricantes como las compañías de hardware se han esforzado durante años por simplificar todo lo que tiene que ver con esta conexión, permitiendo a los usuarios dominarla con unos pocos ajustes.
Sin embargo, a la hora de identificar problemas o de optimizar su velocidad o cobertura, aparecen complicaciones si no se entienden sus componentes. Si ese es tu caso, hoy en Llamaya te ayudamos con un breve resumen.
También te puede interesar: "Consejos para mejorar la señal del Wi-Fi en casa"
Si bien siempre es útil conocer cómo funciona exactamente un router, o qué es lo que tienen en cuenta los técnicos a la hora de instalar tu red doméstica, en el día a día no necesitarás nada de esto.
Casi todos los problemas de conexión o cobertura se pueden solucionar, o bien apagando y encendiendo el router, o bien pulsando durante algunos segundos el botón "Reset" situado en la parte posterior del aparato.
Da igual si sabes la diferencia entre los tipos de bandas, las generaciones WiFi, WEP y WPA o Mesh y MU-MIMO. Basta con que sigas nuestras indicaciones para mejorar la señal de tu casa o lugar de trabajo.
Lo que explicamos a continuación tiene un propósito más académico y valioso en caso de que te interese ser algo autosuficiente a la hora de escoger routers, móviles y hasta ordenadores.
Lejos de entrar a indagar en conceptos técnicos o muy complejos, lo realmente interesante pasa por desgranar los términos que manejan los fabricantes en las especificaciones de los productos.
Es decir, todos esos detalles inscritos en las cajas, o incluso en la parte posterior de algunos dispositivos, que no solemos entender e ignoramos.
El ancho de banda indica la cantidad de información que se puede transmitir a través de un mismo canal de comunicación en una unidad concreta de tiempo. Se suele expresar en bits por segundo, y condiciona todas las velocidades.
Existen distintos tipos de bandas de frecuencia dependiendo de la cantidad de gigahercios destinados a su uso, y dentro de cada una de ellas, a su vez, operan diferentes canales pensados para usos específicos.
Casi todos los dispositivos actuales funcionan, o bien en la banda de 2,4 GHz, o bien en la de 5 GHz. ¿Cuál es mejor? La primera tiene más alcance y menos potencia, pero está ya muy saturada. La segunda, en cambio, llega menos lejos, pero es más rápida y no lidia con tantas inteferencias.
Es, ni más ni menos, que el rango de efectividad del aparato en cuestión. En telecomunicaciones, para aumentar el alcance es necesario reducir la velocidad o potencia, y viceversa.
Si hablamos de alcance en casa, lo más habitual es que los posibles problemas relacionados con él se deban a obstáculos entre el router y los dispositivos, a interferencias con otros terminales, o a una mala disposición del aparato.
Hacen referencia al tipo de tecnología empleada para la conexión. La línea de abonado digital o DLS se apoya en la red de sobre del teléfono fijo y opera en un rango de velocidades de 256 Kbps a 50 Mbps. Es el conocido ADSL.
Las conexiones FTTH son las utilizan la popular fibra óptica, y manejan velocidades que van desde los 300 Mbps hasta 1 Gbps. Ofrecen más ancho de banda y estabilidad de señal.
Para garantizar cierta seguridad en la transmisión de información con la que opera el Wi-Fi es necesario cifrar los datos. Esto es, codificar los outputs para que nadie pueda interceder con fines delictivos.
Está disponible de dos formas: con software de encriptación —sencillo y fácil de implementar—, yo mediante microchips de encriptación más complejos pero también seguros.
En la actualidad el cifrado más extendido es WPA2, aunque se espera que en los próximos años aparezcan en el mercado routers con WPA3 .
Tanto WEP como WPA cifran los datos en su red para que solo el destinatario deseado pueda acceder a ellos. El primero solo opera con 64 o 128 bits y claves; el segundo sin embargo, trabaja con generaciones dinámicas y dígitos alfanuméricos.
Pese a no estar directamente relacionado con el WiFi, estos dos conceptos también son bastante habituales en la jerga tecnológica. LAN significa "Local Area Network", y WLAN "Wireless Local Area Network".
Es decir, que la primera hace referencia a la conexión física de red local, y la segunda a la conexión inalámbrica. En un router, los puertos LAN son los que permiten conectar mediante cable ordenadores y otros equipos.
Para funcionar WLAN prescinde tanto de los cables de par trenzado como de los de fibra óptica. Se basta del aire para conectarse inalámbricamente con todos los aparatos que estén en rango.
Es una tecnología que se sirve de un router específico y de varios repetidores comunicados entre sí, para dar forma a una red más potente y amplia.
Lo particular de la red Mesh es que comparte id y contraseña con la infraestructura original, y que sin embargo logra una cobertura y velocidad mucho mayores.
Tecnología que permite a un router conservar su velocidad pese tener varios dispositivos conectados a su red.
El Multi-User Multiple Input and Multiple Output optimiza la cola de conexiones para trabajar con varias peticiones al mismo tiempo.
Se mide en megabites por segundo, y hace referencia al tiempo que tarda la información en viajar del dispositivo a la red, pasando por el router. Ahora bien, no todas las velocidades son iguales.
La velocidad de descarga hace referencia al tiempo que tarda la conexión para obtener los datos de un servidor. Por ejemplo, lo que tendrías que esperar para descargar un archivo o una app.
Por su parte, la velocidad de subida es justamente lo contrario: el tiempo que necesita la conexión para subir el archivo al servidor externo. Y al margen tanto de esta como de la anterior está la velocidad teórica; la prometida por el operador.
Es la fracción de tiempo que tarda un paquete de datos en transmitirse del servidor a la red y viceversa. Se mide en pings, y estos suelen referir a milisegundos transcurridos desde que se da la orden y el dispositivo y el servidor se comunican entre sí.
Se suele hablar de latencia en el sector de los videojuegos online, por la importancia que tiene el tiempo de reacción en entornos competitivos, y en el streaming de películas o vídeos por la capacidad de carga.
Cuando se tienen problemas con la conexión lo más frecuente es llamar al servicio técnico para exponer la situación y seguir indicaciones. No obstante, las averías no siempre son tales.
Puede que el router esté pasando por un valle y que eso se esté a su vez traduciendo en una bajada de la velocidad. O incluso que el uso que se le esté dando a la conexión influya en la métrica.
En caso de duda, siempre puedes acudir a uno de los muchos testers gratuitos que existen en la red. Pulsando un simple botón el programa se encargará de medir la velocidad de tu conexión, y devolverte datos muy útiles de la misma.
SpeedTest, SpeedSmart, Xfinity Speed Test. Los ejemplos son casi infinitos, pero a la hora de escoger uno trata de buscar siempre el más independiente y el que más servidores tenga desplegados por todo el mundo.
Para entender cómo funciona la tecnología más puntera necesitarás una buena conexión. Por eso, en Llamaya te ofrecemos la mejor con tarifas increíbles para que estés conectado en todo momento. No te lo pienses más y visita la página web de tarifas móvil ¡cámbiate a la mejor compañía!