Al terminar de trabajar con tu ordenador, si ya no tienes que seguir utilizándolo, la mejor opción siempre va a ser apagarlo por completo. Y es que de esta forma, el dispositivo no estará consumiendo recursos de forma innecesaria. Claro que esta no es la única opción que tienes disponible en tu ordenador, ya sea un portátil o uno de sobremesa, dependiendo de la situación, podrás poner a hibernar, suspender o apagar el PC. Pero para saber cuál es la mejor opción, debes conocer en qué consiste cada una de estas, lo cual te vamos a explicar a continuación para que no tengas más dudas al respecto.
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La primera de las opciones que te explicamos, y a la que no muchos recurren, es la de poner a hibernar el PC. Al llevar a cabo esta acción, mantienes el estado actual de tu equipo, proceso que queda guardado en el disco duro para así recuperarlo al encenderlo de nuevo. De esta forma no está consumiendo energía, pues no hay componentes que sigan encendidos.
Al igual que verás a continuación cuando decides suspender el ordenador, la ventaja de poner a hibernar el PC es que lo podrás volver a usar de forma mucho más rápida que si lo apagaras por completo.
Si estás trabajando en el ordenador y tienes que dejar lo que estás haciendo por varias horas, esta opción te permite ahorrar energía y guardar todo lo que tenías abierto anteriormente para volver a lo que estabas haciendo sin largas esperas.
La segunda de las opciones que te explicamos y a la que puedes recurrir es suspender el PC. Si tomas esta opción, tu ordenador pasará a un modo en el consumo de energía es el mínimo, además de que la memoria RAM seguirá encendida. Esto se debe a que es aquí donde quedará guardado el estado del sistema para que así cuando vuelvas a utilizarlos, los programas y ventanas se abran.
Suspender el PC puede ser la opción adecuada si necesitas volver al utilizar los programas de forma inmediata y no puedes esperar a que se encienda para a continuación abrirlo todo de nuevo. Si trabajas con el ordenador, esta puede ser la mejor opción en el caso de que necesites hacer un descanso de unos minutos durante la jornada, por ejemplo.
La última de las opciones, y a la que recurrimos de forma habitual, ya que después de un largo día de trabajo, lo último que queremos es seguir delante de ella, es apagar el PC. Al hacerlo, el equipo se cierra por completo, por lo tanto, si dejaste alguna aplicación o programa abierto, este finalizará de inmediato. Es más, seguramente te ha pasado en más de una ocasión al apagar tu ordenador, que este te pregunte si quieres finalizar las tareas que tienes abiertas.
No consumirá energía y podrás desconectarlo de la corriente sin problema. Es por supuesto la mejor opción para que se cierren correctamente los procesos, los programas se actualicen y además evitar errores de uso del equipo en mayor medida. Esta es la razón de que antes de llevar el ordenador a arreglar, primero debes probar a apagarlo y encenderlo, pues en más de una ocasión esta ha sido la solución.
La respuesta correcta a esta pregunta es depende, ya que en función de la situación será mejor elegir una u otra opción. Lo importante es elegir un punto medio entre lo que es mejor para el ordenador y para ti. Por lo que si has terminado de utilizarlo y ya no lo necesitas en el resto del día, lo mejor será apagar el PC para así dejar que sus componentes no sigan trabajando, además de que no haya un consumo de energía innecesario.
En el caso de que vayas a ausentarte por un breve lapso de tiempo, lo más recomendable sería suspender el PC. Más que nada porque de esta forma estarás haciendo un consumo mínimo de energía, y cuando vuelvas al equipo, podrás volver a trabajar en lo que estabas haciendo inmediatamente. Claro que en el caso de que tengas un ordenador de sobremesa, no se recomienda la suspensión, pues si por alguna razón sucede un corte de corriente, el equipo se apagará de forma brusca, lo cual podría provocar algún problema.
Dicho esto, podría parecer que lo más recomendable es poner a hibernar el PC, pero esto tampoco es del todo cierto. Más que nada porque no todos los equipos cuentan con soporte para ello, por ejemplo en las nuevas versiones de Windows 10 no hay opción de hibernar, pero sí de suspender.
Dicho esto, entre hibernar, suspender o apagar el PC, la mejor opción será en función de la situación, si has terminado de utilizar tu equipo apágalo, si te vas a ausentar por unos minutos suspéndelo y si el tiempo de ausencia es de horas, mejor ponerlo a hibernar.
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