IoT, productos inteligentes, altavoces WiFi… Términos que hace unos años eran dignos de las mejores películas de ciencia ficción se han convertido en un habitual en nuestros días. Y todo es gracias a la domótica. Pero, ¿qué es exactamente y cómo influye en un hogar conectado?
Lo primero que hay que saber es qué es la domótica. Podemos definirla como el conjunto de tecnologías que permiten dotar de inteligencia a toda clase de productos. Y aquí es donde entra el término IoT (Internet of Things) o el Internet de las cosas.
Tras estas siglas se esconde cualquier objeto tradicional al que se le dota de conectividad para que pueda acceder a Internet y comunicarse con otros productos IoT. Por ejemplo, una bombilla inteligente, que destaca por ofrecer conectividad WiFi para que puedas controlarla desde tu teléfono móvil, es un dispositivo de este tipo.
Hasta hace unos años, tener un hogar inteligente era un sueño al alcance de muy pocos. Principalmente porque el precio de un sistema IoT con el que controlar diferentes parámetros a distancia, tenía un precio muy alto. Pero las cosas han cambiado y en los últimos años han surgido todo tipo de dispositivos inteligentes a precios muy atractivos.
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Solo hay que darle un vistazo a los gadgets más vendidos en Amazon para ver que aparecen varias cámaras de seguridad WiFi. Y, hablando del gigante de las ventas online, que sepas que la compañía fundada por Jeff Bezos es una de la mayores impulsoras para que la domótica esté al alcance de todos. ¿El motivo? Alexa.
Hablamos del asistente de voz de Amazon, y que está integrado en toda clase de dispositivos. De esta manera, junto a Google Assistant, tenemos la posibilidad de crear un hogar conectado de la forma más simple.
¿Tienes un presupuesto ajustado? Tan solo necesitas un altavoz inteligente que funcione con Alexa o Google Assistant y un par de bombillas WiFi compatibles con cualquiera de estos asistentes de voz para dar tus primeros pasos en el mundo de la domótica.
A través de los asistentes de Google o Alexa podrás crear todo tipo de rutinas para que, por ejemplo, a una hora determinada se enciendan las bombillas de tu casa. O que con una simple orden de voz puedas regular la temperatura o la tonalidad en función de tus necesidades. ¿Te vas de vacaciones y tienes miedo de que te entren a robar? Podrás encender las luces de casa desde cualquier lugar para que parezca que hay alguien en tu casa.
Y respecto a cómo usar un altavoz inteligente, vas a poder disfrutar de todo tipo de funciones. Por ejemplo, podrás saber si hay tráfico de camino al trabajo, el tiempo que hará en tu ciudad, tomar notas o crear recordatorios, activar una alarma o un temporizador, que te haga un resumen de las principales noticias del día… Vamos, que las posibilidades son infinitas.
Además, otro de los motivos por los que la domótica está en pleno auge se debe a su sencillez de uso. Otro de los grandes peros a la hora de crear un hogar conectado era la dificultad para configurar los diferentes dispositivos. Ahora es todo mucho más fácil.
Lo único que has de hacer es comprar productos que sean compatibles con tu asistente inteligente. ¿Apuestas por Alexa? Pues céntrate en comprar productos que ofrezcan soporte. Eso sí, dentro de muy poco todos los productos del mercado serán compatibles entre sí, por lo que en un par de años tampoco te tendrás que preocupar de este asunto.
De esta manera, vas a poder automatizar cualquier proceso en tu hogar de la forma más sencilla mediante protocolos IFTTT (IF This, Then That). Hablamos de rutinas que puedes crear para hacerte el día a día más fácil.
Pueden ser rutinas sencillas, como que la calefacción se encienda media hora antes de que llegues a casa. Pero también puedes crear sistemas mucho más complejos y que te ahorrarán mucho tiempo y dinero. Con este ejemplo, entenderás porqué la domótica es el futuro.
Supongamos que vives en un hogar inteligente y tienes un jardín. Pues vas a poder crear un sistema para que cada día los aspersores se activen a determinadas horas. Hasta ahora, todo bastante normal, ¿verdad? Pues vamos a mejorarlo: a través de la estación meteorológica que tienes en tu casa o, sencillamente, conectándote a una estación virtual, podrás programar que los aspersores no se activen si está lloviendo y que no haga falta regar.
Esto se aplica a todo. Puedes tener un termostato inteligente que mantenga siempre la misma temperatura en tu hogar. Está demostrado que este tipo de dispositivos reducen de forma considerable la factura de la luz y el gas, por lo que las ventajas que ofrece la domótica son más que evidentes.
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