Malwares, ransomwares, spywares, adwares… La nomenclatura crece y crece dejándonos completamente expuestos ante ciberataques que pueden destripar hasta la última gota de información personal. 7 de cada 10 personas posee un smartphone en España, y de esos, el 88'2% acceden a Internet mediante sus dispositivos. Ante ese panorama se hacen necesarias recomendaciones para proteger tu móvil de hackers.
No sorprende que la Unión Europea decidiera el pasado 2004 crear una cita mundial en pos de lograr una red más protegida. Hoy, segundo martes de febrero, se celebra el Día de Internet Seguro, un momento para reflexionar y prepararse de cara al futuro.
En Llamaya no queremos que te quedes atrás, y por eso revelamos algunos prácticos trucos para que puedas proteger tu móvil de todos los peligros escondidos en cada rincón de la red.
También te puede interesar: "Código PIN y código PUK. ¿Para qué sirven?"
En el smartphone solemos llevar desde información personal, direcciones físicas y contraseñas, hasta incluso datos bancarios sensibles. Los informáticos lo saben, y por eso en los últimos años algunos no han dejado de idear nuevas formas de hurgar en nuestros dispositivos. Ahora bien ¿qué es exactamente los tan mencionados malwares?
Este término proveniente de las palabras inglesas "malicious software", no hace más que referencia a un tipo de software diseñado para infiltrarse o dañar un sistema de información sin el consentimiento de su propietario.
En este campo se incluyen los virus informáticos, el adware, y el resto de los conceptos habitualmente traídos a colación cuando se habla de peligros en la red.
Programa que se instala en tu dispositivo mediante la descarga de otros programas principales, cuyo objetivo es trabajar a escondidas (sin dejar rastro) para recolectar información sin autorización. Se dedican a monitorizar y tienen la capacidad de hacer y deshacer a su antojo.
No dañan, pero sí molestan y entorpecen. Este tipo de programa tiene la meta de lanzarte publicidad a la cara de forma no consentida. ¿Cómo? Mientras navegas por Internet, provoca la activación de popups, ventanas emergentes, y hasta es capaz de sustituir la publicidad de una web por una particular que revierte en beneficios para el o los hackers.
Es uno de los peligros que más se ha propagado en los últimos años. Su misión es la de secuestrar un dispositivo, para después pedir un rescate económico. ¿En qué consiste el chantaje?
El software accede a tu terminal a través de otro malware, o incluso mensajes de texto disfrazados, y comienza a cifrar información personal para después ofrecer una contraseña a cambio de dinero.
Aparecieron en los años 70, y se han adaptado al mercado de los móviles. El clásico virus es un tipo de malware capaz de alterar el correcto funcionamiento de un dispositivo. Infecta ficheros mediante un código maligno, y comienza a propagarse sin ningún tipo de control. Suelen ser transparentes en su presentación, y por lo tanto resultan fáciles de esquivar.
Más técnico que destructivo. A diferencia de un virus, el troyano no arrasa con tus archivos. Lo que hace es abrir una puerta trasera en tu dispositivo para que puedan entrar otros softwares maliciosos. Se presentan con caretas difíciles de destapar, y trabajan de forma escondida mientras roban información y te exponen a todo tipo de peligros.
La principal precaución que te ahorrará la mayoría de los quebraderos de cabeza pasa por solo descargar programas de sitios oficiales. Las tiendas digitales Google Play y App Store poseen sus propias barreras de seguridad que impiden la oferta de aplicaciones infectadas.
Estas tiendas han crecido tanto en una década, que es fácil obtener casi cualquier cosa que se necesite de ellas. Evitar así, descargar programas de webs extrañas, es muy sencillo.Y aún con ello, sigue siendo recomendable solo hacerse con las apps más importantes.
Llenar tu móvil de aplicaciones innecesarias ralentizará su rendimiento, aumentando el riesgo de que una de ellas tenga una vulnerabilidad a ciberataques. Si insistes en descargarte un programa determinado, antes lee los permisos y condiciones para aceptar la instalación.
Si tu sistema operativo es Android, puedes acceder a Ajustes > Seguridad > Orígenes desconocidos, para desactivar la opción de descargar programas peligrosos. Para aumentar todavía más la seguridad, puedes entrar en Ajustes de Google > Seguridad, para desde ahí activar "Buscar amenazas de seguridad en el dispositivo", y "Mejorar la detección de aplicaciones dañinas".
Suele ser engorroso, pero tiene un objetivo claro. Las tediosas actualizaciones, tanto del sistema operativo, como de las apps, tienen como objetivo reforzar el dispositivo ante la posibilidad de ataques.
Muchas de estas actualizaciones vienen acompañadas de correcciones de errores y mejoras de seguridad que hacen la vida imposible a los hackers. Y pese a que normalmente en las tiendas de descargas las aplicaciones se actualizan automáticamente, es recomendable revisarlo manualmente con cierta periodicidad para proteger tu móvil.
Los desarrolladores están obligados a ofrecer todo tipo de ajustes de cara a la privacidad del usuario. Es importante que en Facebook, Twitter, y el resto de redes sociales, vigiles la exposición de información delicada. Cuantos más sitios tengan tu número de teléfono, más vulnerable serás a ciberataques y estafas.
Por eso es interesante valorar la creación de una segunda línea de teléfono, y la instalación de programas de protección como Google Voice, Sideline, Hushed o Line2. Si esto último te parece demasiado complejo, limítate a evitar compartir tu número siempre que sea posible.
La solución son las aplicaciones VPN; unos programas capaces de canalizar la red a través de una conexión encriptada. Son numerosas y accesibles, aunque no todas poseen la misma fiabilidad.
Las redes Wi-fi abiertas que aparecen en cafeterías, aeropuertos o centros comerciales, son potenciales cócteles de virus y softwares maliciosos. Por eso es recomendable solo conectarse a redes conocidas (la de tu casa o el trabajo), e intentar tener siempre el Bluetooth desactivado.
En los últimos años se han propagado por metros, autobuses y hasta restaurantes. Los puertos USB públicos son golosinas que los hackers aprovechan para robar información.
Cuando salgas de casa, y especialmente cuando vayas a hacer un viaje, no te olvides de llevar tu propio adaptador, o en su defecto, tu propia batería externa. Cargar el teléfono es necesario, pero hay que valorar siempre cómo se hace si quieres proteger tu móvil.
¿Molestas? Sí. ¿Necesarias? También. Trata de usar solo contraseñas seguras que los atacantes no sean capaces de descifrar con facilidad. Para ello persigue siempre al menos los 16 caracteres, combinando letras, números, mayúsculas, minúsculas y símbolos.
Huelga decir que la fecha de un cumpleaños, el nombre de tu mascota, o el clásico "abc123", son muy malas ideas. Si la creatividad no es lo tuyo, hay herramientas gratuitas que hacen el trabajo por ti. Recuerda luego apuntar las contraseñas en algún papel físico para no olvidarlas.
Con la mejor conexión te hará falta la mejor protección. Por eso, en Llamaya te ofrecemos la mejor con tarifas increíbles para que estés conectado en todo momento. No te lo pienses más y visita la página web de tarifas móvil ¡cámbiate a la mejor compañía!