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La elección del tipo de SIM a usar es una de las preguntas que muchos usuarios se hacen a la hora de elegir un dispositivo móvil o una tarifa de telefonía. Por este motivo, es importante saber explicar las principales características de las SIM y las eSIM, así como sus ventajas e inconvenientes.
Las SIM (Subscriber Identity Module) son unas pequeñas tarjetas que almacenan la información necesaria para identificar a un usuario en una red móvil. Las SIM se insertan en una ranura del teléfono y permiten acceder a los servicios de voz, datos y mensajería de un operador determinado. Las SIM se pueden cambiar de un dispositivo a otro, lo que facilita el cambio de operador o de tarifa.
Las eSIM (Embedded SIM) son unos chips integrados en el propio dispositivo, que cumplen la misma función que las SIM, pero sin necesidad de insertar ninguna tarjeta física. Las eSIM se pueden activar y desactivar de forma remota, lo que permite cambiar de operador o de tarifa sin tener que acudir a una tienda o solicitar una nueva SIM. Las eSIM también permiten tener varios perfiles activos en el mismo dispositivo, lo que facilita el uso de varias líneas o de roaming internacional.
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Aunque hay unas características claras que las diferencian, también hay muchas cosas en las que la eSIM y la SIM se parecen.
¿Y en qué se distinguen las tarjetas? Pues en todo esto:
En conclusión, las SIM y las eSIM son dos tecnologías que permiten identificar a un usuario en una red móvil, pero que presentan algunas diferencias importantes en cuanto a su formato, su funcionamiento y su compatibilidad.
Desde LlamaYa esperamos haberte dejado claro sus diferencias y parecidos para que sepas qué tecnología se adapta mejor a tus necesidades.