Aunque la revolución digital ha provocado un crecimiento histórico de la generación de información, esta no ha ido del todo acompañada con garantías de seguridad para los autores.
Vídeos, canciones, dibujos, textos; durante años las obras estuvieron expuestas a la piratería más salvaje, ofreciendo una gratuidad total para los usuarios que quisieran descargar cualquier cosa en Internet.
La última década, sin embargo, ha servido para revertir ese libertinaje y recuperar herramientas de control. Así, en la actualidad es más fácil que nunca saber si la imagen que se está descargando tiene o no derechos.
Google, acusada de promover actos ilícitos en el pasado, eliminó en 2018 su botón de “ver imagen” tras litigar con Getty, y redujo sus filtros en la búsqueda de imágenes a tan solo dos: “Licencias Creative Commons”, y “Licencias comerciales y otras licencias”.
Hoy en Llamaya tratamos de explicar en qué consiste este mundo de los derechos en la red y seleccionamos los mejores bancos de imágenes para que puedas descargar sin preocuparte por consecuencias legales.
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Es normal pensar en blanco o negro; en con derechos o sin derechos. La realidad es que, dejando de lado las garantías clásicas que ofrece la Ley de Propiedad Intelectual a las licencias tradicionales, el mundo del Creative Commons es algo más complejo.
Es fácil llegar hasta ellas: si el autor no te ha dado permiso expreso para utilizar sus obras, basta con acceder a Google, buscar una imagen, seleccionar “Herramientas”, “Derechos de uso” y ahí “Licencias Creative Commons”.
Estas “protecciones” las crean los propios autores acudiendo al sitio oficial de la organización sin fines de lucro responsable de ellas, cediendo así los derechos de imágenes para que otros puedan utilizarlas. Pero ojo, solo las prestan, no las regalan.
Ahí entran en juego las atribuciones; una serie de asteriscos que acompañan a cada licencia y que condicionan el uso de la imagen a determinadas circunstancias y requisitos. Valerse de una imagen ignorando esto puede llegar a suponer multas cuantiosas.
Las licencias Creative Commons, por tanto, vienen acompañadas por unos textos legales que indican el tipo de atribución asociada. Y en función de estas se clasifican por acrónimos:
Esto no quiere decir que todas las imágenes con licencia Creative Commons estén restringidas de todas las maneras posibles, sino que se acogen a una u otra atribución en función de lo que quiera el autor.
¿Estás buscando una imagen en Google? Ten en cuenta el tipo de licencia aunque hayas aplicado el filtro correspondiente para librarte de los derechos de autor tradicionales. Para conocer la clase de Creative Commons basta con fijarse en el acrónimo que acompaña a “CC”.
Hay que recordar que todas las licencias llevan implícita la obligatoriedad de reconocer a los autores de las obras originales. ¿Cómo sé si lo estoy haciendo bien o no?
Limítate a descargar y utilizar las imágenes con licencia Creative Commons CC0 o “sin derechos reservados”. Con ellas podrás hacer lo que quieres sin preocuparte por poder estar vulnerando algún derecho.
Al margen de todo esto, también es importante mencionar que existen versiones actualizadas de algunos tipos de licencias en las que se incluyen requisitos adicionales como mencionar el nombre completo del autor, insertar un enlace a la licencia, o incluso utilizar el título exacto de la fuente.
Para conocer el tipo de licencia de la imagen que quieres descargar en Google, solo tienes que pinchar sobre ella, y seleccionar “Detalles de la licencia” bajo el título que aparecerá en la previsualización en la parte derecha de la pantalla.
¿Prefieres acceder directamente a un sitio en el que no haya derechos de propiedad restrictivos? En ese caso tu mejor opción son los bancos de imágenes gratuitos. En los últimos años han surgido gran cantidad de ellos con bases de datos extensas.
(Existen otros muchos bancos de imágenes; aquí solo mencionamos algunos. Introduce “banco de imágenes” en Google para encontrar la base que mejor se ajuste a tus necesidades”.)
Con más de 2 millones de imágenes, este banco es sin duda el máximo referente de los servicios gratuitos. No es mejor que aquellos de pago como iStock o Getty, pero sí que la mayoría contra los que compite directamente.
También incluye numerosos vectores e ilustraciones. Es sencillo de manejar, cuenta con unas interfaces agradables y muestra la información referente a las licencias de forma clara. Eso sí, cuidado con la primera fila de resultados, pues muestra contenido de Shutterstock.
¿Qué se puede decir de este banco? Comparte la misma tecnología “wiki” que Wikipedia y funciona siguiendo la misma lógica. En la actualidad cuenta con un repositorio de más de 70 millones de archivos libres y gratuitos, que va creciendo día a día.
Fue creada en 2004 y en poco menos de tres años ya estaba batiendo récords. Su éxito radica en la garantía que ofrece su marca, y en la importancia que se le da en la web a las licencias (podrás consultarlas junto a la ficha de cada imagen).
Si bien su catálogo es más reducido que el de otros bancos de imágenes, los archivos que ofrece son igualmente de una gran calidad. Todo ello, claro, manteniendo la libertad de utilización respecto a las licencias.
Pexels sube cada día 5 imágenes nuevas que se mantienen sujetas al estilo del sitio: enfoque profesional, multitud de opciones de tamaño y una definición por archivo casi imbatible.
No tiene ni el mejor sitio web ni la mejor calidad de imágenes, pero aún así es una de las más utilizadas de forma inconsciente por los usuarios en la red. Los archivos de Morguefile están por todas partes y probablemente ni te hayas dado cuenta.
Eso sí, a la hora de utilizarlo es recomendable filtrar por “más descargadas” para encontrar el multimedia más profesional y depurado. Ahí sí podrás encontrar grandes imágenes para tus publicaciones.
Este banco de imágenes tiene todo lo que podrías querer; una interfaz moderna, gran cantidad de filtros y categorías, opciones de tamaño y resolución, y hasta hashtags y herramientas de guardado para crear tu propia colección.
Unsplash da una gran importancia a los autores y por eso los muestra con claridad sobre el resto de la información. Aquí se cuelgan diez imágenes nuevas cada diez días, de acceso completamente libre.
Para encontrar imágenes de calidad en la red necesitarás una buena conexión. Por eso, en Llamaya te ofrecemos la mejor con tarifas increíbles para que estés conectado en todo momento. No te lo pienses más y visita la página web de Llamaya ¡cámbiate a la mejor compañía!